Marseille

Marsella es la ciudad más antigua de Francia, ya que fue fundada por los foceos en el año 660 a.c. Después de que los romanos dejaran su huella, la ciudad siguió desarrollándose en una auténtica mezcla de culturas alrededor del Puerto Viejo, protegido por sus dos fuertes: Saint-Nicolas y Saint-Jean, donde todo está envuelto por el ambiente del mercado del pescado y por sus animados muelles.

Desde ahí es fácil subir a uno de los barcos para turistas que recorren las calas y las pequeñas islas de la ciudad. Una de ellas sostiene el Castillo de If, fortificación histórica que custodió en los últimos siglos la entrada marítima al puerto y que da lugar a la historia del Conde de Montecristo, es ahora una atracción turística.

El pintoresco barrio del Panier alberga las típicas casas altas con fachadas de colores y la ropa tendida. El Hospicio de la Antigua Caridad, que contiene el Museo de Arqueología Mediterránea y el Museo de Arte Africano, Oceánico y Amerindio, y el Ayuntamiento son algunos de los edificios notables de la Marsella antigua.

El Museo de Bellas Artes de la ciudad se encuentra en el suntuoso Palacio LongChamp. El Jardín de los Vestigios exhibe vestigios griegos y romanos.

La Basílica de Notre-Dame-de-la-Garde (siglo XIX) se encuentra en lo alto de una colina, dominando la ciudad con una panorámica magnífica. El acceso hasta ella es una larguísima y empinada cuesta arriba cuyo esfuerzo por alcanzar la cima se ve recompensado.

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